Este es el punto en que ficción y realidad se funden en un único universo sin límites.
Hubiera sido tonto caer presa de tus vanos encantos y tus falsas palabras, pero yo quería creerte. Me diste lo que necesitaba: mi fuerza, mi fe, mi alma. El yo que había abandonado en un rincón el día en que me robaron el corazón.
Sos todo lo que necesitaba. Una razón para encontrarme y brillar a pesar de todo.
Pueden romper mi corazón mil veces, pero nunca van a poder romperme otra vez.
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