Ahí estabas, tan maravilloso como te recordaba, como si el tiempo no hubiera pasado... pero la evidencia confirma que ese tiempo es lejano. Sos un hombre ahora. Un hombre que me obliga a preguntarme qué tan mujer soy yo. He crecido yo de la misma manera? Me he convertido en mujer de la forma que te convertiste en un hombre?
Esencialmente seguimos siendo iguales, lo sé. Y aunque nuestros cuerpos digan que hemos cambiado, puedo ver en vos que seguís siendo como te recordaba. Mis ojos brillaron durante el instante que te vi y me iluminé al descubrir que, aún hoy, sos ése con el que me quedaría para siempre sin importar los demás. Todos los demás son ilusiones, fantasías, sueños.
Después de muchos años de darte la espalda, sentí que todo comenzaba de nuevo. Te elijo para empezar otra vez. Cuando te vi, fue con la misma mirada del primer día... la misma intensidad de la primera vez. Lo recuerdo todo como si hubiera sido ayer. Y lo siento renacer en mí. Creo. Creo que estamos destinados a estar juntos, todavía hoy.
Es curioso cómo todo puede cambiar en un segundo y, sin embargo, ser tal cual era antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario