Recuerdo mi primer beso. Fue dulce y romántico. Fue inocente. Fue único y especial. Fue como de película, ideal, excepto porque no era lo que quería. Tampoco fue realmente deseado ninguno de los besos siguientes. Hubo pasión en alguno quizás, pero no hubo magia, no hubo amor.
Hoy siento la necesidad de conocer qué se siente al besar a esa persona por la cual uno realmente siente algo. Estoy en busca de ese beso que haga acelerar el latido de mi corazón, el que me quite la respiración. Estoy en busca de ese beso que abra la puerta a un mundo que hasta hoy no he conocido. Estoy en busca de un beso soñado, un beso querido. Estoy esperando un beso sentido.
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